PRIMAVERA PÚRPURA
- HANNAN HEREDIA
- 16 may 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 5 jun 2024
En muchas partes del mundo, la llegada de la primavera se anuncia con un espectáculo de colores como rojos, rosas o amarillos… pero en ciudades con clima subtropical o mediterráneo como Málaga, la primavera culmina su llegada con un morado muy identificativo: el de la floración de las jacarandas. Estos árboles, que inundan ciudades como Los Ángeles o Málaga no solo agregan un toque de belleza a los paisajes de la ciudad, sino que también tienen un significado cultural y ambiental profundo en las regiones donde florecen.

Las jacarandas son árboles de hoja caduca pertenecientes al género Jacaranda, que comprende unas 50 especies de árboles y arbustos originarios de América Central y del Sur, particularmente de Brasil, Argentina y México. Estos árboles se caracterizan por sus hojas compuestas, que pueden tener entre 5 y 35 folíolos, y por sus impresionantes flores en forma de trompeta que pueden variar en tonalidades de púrpura, azul y blanco. En Málaga en concreto, las más destacadas son las moradas. Entre los malagueños existen opiniones diversas: son muy populares por los amantes de los colores pero también muy odiadas por los dueños de coches que aparcan bajo ellas, ya que al caer, las flores manchan la calzada con su resina.
Además de su belleza visual, las jacarandas tienen un importante significado cultural en algunas regiones. En lugares como Sudáfrica, Australia y México, las jacarandas son consideradas árboles emblemáticos y se han convertido en símbolos de identidad local. En ciudades como Pretoria, Sudáfrica, o Ciudad de México, la floración de las jacarandas marca el inicio de la primavera y es celebrada con festivales, eventos y concursos de fotografía.

A parte de su valor estético y cultural, las jacarandas también ofrecen una serie de beneficios ambientales. Como árboles ornamentales, ayudan a embellecer el paisaje urbano y a mejorar la calidad del aire al absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno. Además, proporcionan sombra y refugio para la fauna local, lo que contribuye a la biodiversidad en entornos urbanos. Aunque las jacarandas son árboles relativamente resistentes y de bajo mantenimiento, requieren cuidados básicos para prosperar. Esto incluye riego regular durante los períodos de sequía, poda para mantener su forma y eliminar ramas muertas, y protección contra enfermedades y plagas comunes. Esto supone un gran gasto en recursos por lo que en ciudades como Málaga, ya no se suelen plantar, sino que se están viendo sustituidas por otros árboles florales que tengan un requerimiento de cuidados menor.
En resumen, las jacarandas son mucho más que simplemente árboles bonitos; son símbolos de belleza, identidad y conexión con la naturaleza. Su floración anual es un recordatorio de la maravillosa diversidad de la flora mundial y de la importancia de conservar y proteger nuestro entorno natural, así como un recordatorio de la fugacidad de la vida y de sus flores. La próxima vez que te encuentres bajo un dosel de flores púrpuras, tómate un momento para apreciar su belleza.
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