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HNN FOOD SESSION 1: NO NAME

  • Foto del escritor: HANNAN HEREDIA
    HANNAN HEREDIA
  • 10 abr 2024
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 5 jun 2024


Con la llegada de la primavera, a parte de flores increíbles y alergia asegurada, también llegan muchos alimentos de temporada. Pero, ¿qué son los frutos de la temporada? Pues bien, este concepto hace referencia a todos aquellos alimentos que son propios de una estación o momento puntual del año, en una zona geográfica determinada, por lo que no han sido importados desde el extranjero. Con el cambio climático estamos experimentando la llegada del calor abrasador y seguidamente el frío polar; las estaciones de transición como la primavera y el otoño en zonas como Málaga han desaparecido prácticamente. Esto tiene un impacto bastante grande en el concepto de frutas de temporada ya que, ciertos alimentos que no eran propios de la primavera ahora están presentes, así como otros que ya no lo están o que han sido importados de sitios con climas más extremos.


En lugares como Japón, se tiene una alta conciencia sobre esta fugacidad de lo comestible, habiendo incluso adjetivos para describir si una fruta está en sus primeros momentos, en su punto álgido o en su nagori o últimos días. Estos adjetivos marcan una completa diferencia en cuanto a los matices del sabor y aroma: ácido, dulzón, amargo, etc.


En Málaga ha sido propio de la primera productos como los fresones, las ciruelas, los albaricoques, las cerezas y los arándanos. Y otros, como los aguacates de la Axarquía, los cuales tenemos todo el año pero que causan cortes de agua a la población malagueña por la cantidad de agua que requieren.


El sábado pasado fue mi cumpleaños (yujuh!) y gracias a una aplicación (TheFork) mis amigos y yo fuimos a comer a un restaurante que dice tener en cuenta todos estos matices de la temporalidad de los alimentos. El sitio se llamaba No Name y se encuentra en pleno centro de Málaga, cerca de la Plaza Camas, una ubicación ideal y bien conectada con paradas de metro, bus y cercanías a menos de 15 minutos a pie. 


Deliciosa burrata y tartar de salchichón.
Burrata y tartar de salchichón de Málaga

El ambiente era muy agradable, la decoración contaba con plantas reales y no de plástico como usualmente tienen en otros lugares. Las paredes simulaban un edificio sin terminar, se veían las marcas de los obreros en el yeso sobre donde tenían que cortar o cementar. El techo es industrial pero las ventanas son grades y luminosas. La verdad es que pasamos un poco de calor ya que sobre las 15-16 de la tarde, el sol pegaba directamente a la mesa en la que estábamos sentados. El trato fue ideal, simpáticos pero no intrusivos y muy rápidos y atentos. El vino estaba muy rico, sin ser yo experta en nada de eso… Y la comida… Pedimos 4 platos para compartir: una burrata, unos canelones, un tartar y un risotto.


Madre mía. Empecemos por lo primero, y mi favorito, la burrata. Era super cremosa e iba acompañada de salsa pesto y verduras al horno, entre ellos calabacines riquísimos y pimientos. Una apuesta segura, un 10/10 sin duda. Para mí, una persona que ha vivido unos años en Italia, esa burrata es un sí rotundo. A todo esto, el pan para mojar la salsa pesto y las verduritas fue una de las mejores cosas, por lo que el plato salió limpio de haberlo rebañado.


Lo segundo que probamos fue el tartar de salchichón de Málaga: carne cruda macerada con pasas y salsas. La verdad que para mi gusto demasiada salsa o maceración, perdía un poco la esencia cruda del tartar pero estaba delicioso. Por ello le doy un 8/10, ya que hay otros pequeños restaurantes en Málaga donde creo que este plato está mucho más conseguido y crudo (a modo de tartar). 


Pasemos ahora a los platos principales: el risotto de aguacate. Fue como comer un risotto real pero con guacamole en él. Me gustó mucho porque no se perdió la esencia del risotto en ningún momento pero quizás para mi gusto la salsa estaba demasiado alejada del aguacate y muy cerca del guacamole. Por ello le doy un 9/10.


Delicioso risotto de aguacate.
Risotto de aguacate

El otro plato principal que comimos fueron unos canelones de rabo de toro los cuales venían con unas deliciosas patatas al horno. Alerta: viene en masa de crep, lo cual hace que el interior tenga más peso en la paleta de sabores, por lo que se puede hacer un poco pesado. Lo bueno es que al lado venía un poco de salsa de mostaza con mermelada la cual creaba un contraste de sabor muy interesante. Me gustó aunque no soy muy fan de este tipo de comidas porque se me hace pesado. Le doy un 7/10.


Por último, pero no por ello menos importante, el postre. Pedimos dos tartas muy ricas, las dos que tenían: una de amaretto y otra de ricotta. No tengo nada memorable que añadir de ellas, quizás que no eran super dulces, lo cual agradezco y que estaban buenas.


Por todo esto, en mi humilde opinión, esta aventura se culminó con un 9/10 de balance general. El precio fue de entorno 110 euros para cuatro personas pero gracias a la aplicación se quedó en unos 80. Eché en falta un poco de explicación sobre los platos, de dónde sacaban sus ingredientes, inspiraciones, etc. Pero sin ninguna duda fue una experiencia sensorial muy positiva. Espero que os haya gustado y os resulte útil esta crítica, ¡os veo en la próxima HNN food session!


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