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- PLANTAS DE INTERIOR PARA (SÚPER) PRINCIPIANTES
¿Te encantan las plantas pero eres un absoluto desastre? Durante mucho tiempo me he considerado una homicida de plantas y me daba muchísima pena, porque me flipan. Cuando he tenido flores se me han secado y no me enorgullezco pero algún cactus he ahogado… O sea, aprendí por las malas que no solo puedes matar planta por no regarla sino también por regarla demasiado… ¿Perdona? Matar a un cactus (que se supone que son las plantas más duras) me afectó especialmente y estuve un tiempo traumatizada al respecto, fue un golpe bastante duro y decidí retirarme por un tiempo. Me encanta ir a una casa y que haya plantas, dan muchísimo color y alegría a un hogar e incluso dicen que te mejoran el ánimo. Después de haberlo intentado y haberme rendido varias veces decidí redimirme, acabar con mi maldición e informarme un poco para no seguir asesinando vilmente plantas y no quiero decirlo muy alto, pero parece que lo he conseguido, así que si eres como yo, voy a hacerte una pequeña lista de las plantas que han sobrevivido a mí, la mayor manta de la jardinería sobre la tierra, así que si yo puedo, ¡Tu también puedes! Mi primer consejo es que si vas a una floristería a ver qué plantas tienen le comentes a quien haya trabajando tu grado de confianza con las plantas, yo siempre digo que se me dan fatal, y así me ayudan aconsejándome con todo detalle sobre la luz que deben recibir, el agua que les tengo que dar, cada cuánto hay que abonarlas y qué tipo de abono es más aconsejable utilizar, etc. Aquí os dejo una lista de las plantas que me han sobrevivido, os adelanto que son la mayoría plantas sin flores porque todas las pobres plantas con flores que han pasado por mis manos, han tenido un final bastante dramático. También destacar (esto es algo que también podéis preguntar en la floristería) que depende de dónde viváis vuestras plantas tendrán unas necesidades de agua u otras, si el ambiente es más seco, probablemente haya que regarlas un poco más a menudo, no es lo mismo tener plantas en un sitio de interior que en un sitio de costa. Todas las plantas de este artículo son, por lo general, plantas que hay que regar una vez en semana y tiran bastante bien. Yo las riego poniéndoles un plato con dos dedos de agua y dejándolo una media hora y después se lo quito para que la planta beba lo que ella crea necesario. En verano sí que hay que prestarles un poco más de atención y hacer la misma operación pero en vez de una vez por semana dos o tres, según veas que van bebiendo más o menos. Respecto al agua, yo que vivo en Barcelona las riego con agua a temperatura ambiente y de botella o filtrada porque la del grifo es fatal. Si no te la bebes tú, ¡No se la des a tus plantitas! Y por último, durante primavera y verano las plantas están en crecimiento, así que hay que abonarlas, yo utilizo un fertilizante líquido para plantas de interior diluido en agua que me recomendó el chico de la última floristería a la que fui y me dijo que tenía que usarlo cada 15 días o así y en otoño parar de echarlo hasta que llegue de nuevo la primavera. Poto: No solo es prácticamente inmortal, sino que además es súper agradecida, crecen muchísimo y cuanto más cuelgan más preciosas se ponen. Bromelia: me la regaló una amiga a la que considero una pro (te quiero Mel), que me aseguró que ni siquiera yo podría matarla y Dios mío, ¡Tenía razón! (es la única planta con flores que me ha sobrevivido) Monstera: Siempre he estado enamorada de las monsteras, y decidí hacerme con una porque resulta que además de preciosas son súper resistentes. Sí que es verdad que al ser más grande me costó un poco más cara que el resto, porque me gustan las monsteras grandes, pero también puedes comprarla pequeña si tienes paciencia y te saldrá más barata. Son bastante agradecidas, puedes ponerles una cinta para que las hojas no se separen demasiado, sino pueden ser muy expansivas porque las hojas tienen tallos muy largos que se van abriendo, aunque a mí me gusta dejarla libre. Calathea: Esta planta necesita bastante humedad, que no agua, por lo que dicen que es la planta perfecta para colocar en el baño. Digo humedad, que no agua, porque esta hay que regarla menos a menudo que las otras, me recomendaron una vez a la semana en verano y cada dos semanas cuando no hace tanto calor. Es de las plantas más bonitas (en mi opinión) por los dibujos que tienen en las hojas, además, las que tienen tonos rojizos o morados me parecen increíblemente preciosas. Aloe vera: Esta planta no solo es bonita y súper resistente, sino que además puedes usarla para hidratarte la piel o para ponerla en heridas o quemaduras. Ayuda a la cicatrización, y aunque muchas tenemos cremas con aloe vera os aseguro que no hay nada como coger un trozo directamente de la planta, abrirlo y ponértelo en la piel, es súper fresco. El aloe vera también puedes ponerlo en exterior, aunque ten en cuenta que no aguanta muy bien el frío, así que si vives en el interior, ten cuidado en invierno. Espero que la gente con más experiencia en plantas se haya reído con este artículo (de mí) y al menos se haya divertido y que la gente más manca como yo se anime… Si es tu caso ¡Mucha suerte! Déjame tu experiencia o coméntame si hay alguna planta más que debería conocer y que podría sobrevivir a mí en los comentarios o por nuestras RRSS.
- EL CINE EN TIEMPOS DE NETFLIX
Cuando era pequeña recuerdo que en mi casa, los fines de semana, cuando no sabíamos qué hacer, mi padre siempre decía: ¿Y si vamos al videoclub o al cine? Siempre he pensado que mi padre es el responsable de que me guste tanto no solo el cine como tal, sino ir físicamente a la sala. Toda la semana de trabajo en el cole y en el conservatorio deseando que llegara el fin de semana para ver qué película veríamos. Todos los fines de semana veíamos una o varias pelis, si no era en la tele, era una del videoclub (Dios mío, cómo echo de menos los videoclubs) o en ocasiones especiales, íbamos al cine a ver una peli nueva y comprábamos chuches y palomitas, literalmente el cielo. Cuando iba a un sitio nuevo siempre me gustaba ir al cine. Y mis padres me decían: “Pero si podemos ir al cine cuando queramos, estamos aquí dos días y quieres perder una tarde yendo al cine…” ¿Perdiendo la tarde? ¿Perdona? Para mí ir al cine nunca jamás es perder el tiempo, aunque la película no me guste. Incluso de mayor cuando he ido a otros países me encanta ir a ver cómo son los cines, qué snacks tienen, en qué se diferencian... Por ejemplo, cuando estuve en Suecia me pareció super curioso que allí los cines suenan mucho más bajito, recuerdo que fui a ver ‘Deadpool’ y cuando pasaba algo gracioso y la gente de la sala se reía, no podía escuchar los diálogos y como los subtítulos estaban en sueco, no podía entender lo que decían mientras la gente se reía. Y es que, en comparación, en España los cines suenan súper altos, cosa que me encanta, porque si ves una película en casa, normalmente tienes que estar subiendo el volumen en los diálogos y bajándolo en los momentos de explosiones o cosas así, y si voy al cine me gusta que suene todo bien alto y claro. Entiendo que no todo el mundo se siente así, que hay gente que prefiere gastar su dinero en otras cosas o directamente le da pereza salir a la calle para acabar encerrada pudiendo ver las pelis en casa, pero es que para mí es como: ¿Día lluvioso? Cine. ¿Día triste? Cine. ¿Tienes la regla? Cine. ¿Primera cita? Cine. ¿Tienes el día antisocial pero habías quedado con alguien? Obvio… ¡Cine! Otra cosa que me parece fascinante del cine es cómo cambia la percepción de una película de verla en tu casa a verla en el cine. Para mí hay películas que merecen la pena ver en el cine y otras que no. Por eso me encantan los cines que reponen películas, porque te dan la oportunidad de ver de nuevo películas que no pudiste ver en el cine, ya sea porque se te pasaron o en ocasiones, porque no habías nacido. Y es que hay películas que merece la pena ver en el cine porque se escucha mejor, se aprecian mejor los detalles y se vive la experiencia al completo. ¿Te acuerdas que hace un rato dije que mi padre me inculcó el amor por el cine? Pues bien, a mi padre le encanta ver películas e ir al cine, pero su género favorito es uno que muchos cinéfilos critican por su falta de sustancia y es la acción. A mí el cine de acción me flipa porque me recuerda a mi padre y porque me lo paso bien, es puro entretenimiento y es lo que me gusta ver cuando quiero desconectar un poco y me apetece ver una peli pero no quiero pensar mucho. Y es que yo creo que todo cine tiene un fin, el cine de autor me hace reflexionar o apreciar la belleza en ciertas cosas que no me paro a mirar normalmente, el cine romántico y los dramas me sirven cuando estoy mal y quiero sacar las emociones a flor de piel y la serie Z o el cine de acción estilo blockbuster me hace flipar con los efectos y desconectar del mundo por un momento. Ir al cine me parece una experiencia, una pausa en la vida. Cuando estoy estresada, aunque sienta que no tengo tiempo para nada, siempre intento encontrar un hueco para ir al cine. Esas dos horas (más o menos) en las que no te importa que alguien te esté hablando, pones el móvil en silencio y te olvidas del mundo exterior durante un momento para entrar en un mundo nuevo. Para mí estas pausas son súper necesarias, porque tengo tantas cosas en la cabeza normalmente que no encuentro otra forma de hacerlas. Y eso es algo que las plataformas de streaming no te dan. Es tan difícil elegir entre los catálogos infinitos de películas y series… Y una vez decides y consigues ver algo nada te impide coger el móvil y hablar mientras con alguien, pararla para ponerte a hacer otra cosa, quitarla y poner otra peli o serie… Es otro rollo. Como todo en la vida, todo tiene sus partes buenas y sus partes malas y a cada persona le funcionará una cosa, pero para mí, ir al cine se ha convertido en una vía de escape y por ese motivo este año me puse a mí misma el reto de ir al cine una vez a la semana. A principios de esta semana fui a los cines Renoir Floridablanca en Barcelona para ver ‘Desconocidos’ (‘All of Us Strangers’) del cineasta británico Andrew Haigh y wow. La verdad es que es de esas películas que cuando salgo de verlas no sé si me han gustado o no. ¿Os pasa? Yo cuando voy a ver una película me gusta no saber nada, o saber lo mínimo. Nunca veo trailers antes de ver una película, incluso si voy al cine y ponen el trailer de una película que quiero ver, cierro los ojos y me tapo los oídos para saber lo mínimo. A veces me encanta porque me llevo muchas sorpresas, pero en ocasiones, como con esta película, las expectativas me juegan una mala pasada. Me esperaba ir a ver una película ligerita, dramática pero ligerita y la verdad es que se me hizo bastante turbia y densa, de hecho, creo que es la típica película en la que tienes que realizar un segundo visionado para darle sentido y forma. En este caso, lo que me convenció para ir a verla fueron los protagonistas, ya que no conocía la filmografía del director. Está protagonizada por Andrew Scott, AKA el cura de ‘Fleabag’(una serie muy recomendada si no la habéis visto) y Paul Mescal (que tiene al público enamorado desde ‘Normal People’ y ‘Aftersun’). La película trata los traumas de una forma escalofriante, en concreto los traumas familiares, el crecer sin una familia que te apoye durante la adolescencia y cómo el protagonista arrastra durante toda tu vida el vacío que eso le deja (y encuentra su propia forma de llenar ese vacío). Habiéndola macerado durante unos días creo que sí que me gustó, pero ya os digo que tendría que darle un segundo visionado para poder hilar todo bien. La foto es preciosa y la forma en la que el director juega con el punto de vista del prota me parece magistral, le doy un 8/10. Si como a mí, te encanta el cine y te gusta este tipo de contenido, ven conmigo al cine todas las semanas. A partir de la próxima semana, subiremos un pequeño vídeo a Reels y TikTok cada martes hablando sobre la película que haya visto, no te lo pierdas si quieres estar al día de lo que hay en cartelera y si tienes alguna recomendación no dudes en dejarla en los comentarios.
- ARTISTA A TIEMPO PARCIAL
La primera vez que compuse una canción lo hice por pura necesidad. Siempre me ha flipado cantar, pero allá por 2019 me nació una nueva necesidad, escribir mis propias movidas. En ese momento nació mi alter ego, LA PAINS, mi mayor vía de escape y a la vez mi peor maldición. A continuación os explico lo bonito y lo feo de mi experiencia como artista emergente. Subrayo que es mi experiencia porque obviamente este viaje no es igual para todas las personas que se dediquen de una forma u otra a algo artístico. Hace unos meses saqué mi segundo EP, RAICES y acabo de terminar una mini gira por España y estoy experimentando lo que últimamente me gusta llamar el “complejo de Hannah Montana”, ¿Sabéis la canción de The best of both worlds? Yo a veces me siento igual pero al revés, The worst of both worlds. Estoy todo el p*** día trabajando para poder pagarme el hacer música, o grabar un videoclip, o invertir en material nuevo… Y lo que gano no me da ni para cubrir lo que me he gastado en hacer el proyecto (ni de lejos, además). Me ha costado mucho tiempo llamar trabajo a la música, aunque no me gane la vida con ello, pero es que al final es trabajo, de hecho es muchísimo trabajo. Y si lo llamamos así, es muy duro estar deseando acabar de trabajar para poder seguir trabajando, pero es lo que hacemos casi todos los artistas emergentes y a veces la gente no es consciente de ello. Muchas veces me pregunto ¿Por quién hago esto? ¿Lo hago para mí o para otra gente? Porque en mi caso, utilizo la música, tanto la mía como la de otros artistas como terapia. Si me levanto triste no voy a escuchar lo mismo que si tengo un día de locos… O si estoy dándome un paseo para despejarme no voy a escuchar lo mismo que arreglándome para salir un finde (aunque ya no me acuerde de lo que es salir). Para mí, con mi música es igual. Si estoy triste necesito hacer música triste para sacarme la depresión, si estoy súper feliz quiero escribir sobre lo que me hace feliz para plasmarlo y recordármelo a mí misma la próxima vez que esté triste. Pero… Si hago esto por mí, a modo de terapia y autoconocimiento, y no con fines estrictamente comerciales, ¿Por qué me importa tanto lo que piensen los demás de lo que hago? ¿Por qué me preocupa que no me escuche nadie? Obviamente me gustaría vivir de la música y que mi única preocupación fuera experimentar con nuevos instrumentos o estilos y pasarme el día grabando o planeando dónde tocar y esas movidas, pero a la vez no quiero dejar de ser fiel a lo que hago… En mi caso, dejando de lado mi estilo (porque al final para gustos los colores, siempre hay alguien a quien le va a gustar tu estilo, sea el que sea) me encanta escribir en inglés, porque siempre he consumido música en inglés, porque me gusta más como suena mi voz en inglés y porque me parece más melódico, simplemente me sale escribir así, no es algo que me fuerce a hacer. Esto parece ser un problema para mucha gente, en todos los conciertos hay alguien que me dice: “Tía, ojalá cantaras en español para entender lo que dices”, y me parece súper bonito por una parte, entiendo la intención, pero por otra, ¿Tengo que escribir en español cuando no me sale para que la gente me escuche?, ¿Tengo que forzarme para hacer feliz a la gente o tengo que ser fiel a mi misma? Otra cosa súper divertida de ser artista emergente, es el hecho de que gastas el 100% de tu tiempo “libre”, energía y dinero en tus proyectos y claro, la gente por lo general está acostumbrada a artistas más consagrados y con más presupuesto, que se pueden permitir estar sacando material o haciendo giras constantemente, sin embargo, para ti, artista emergente, hacer un EP de 6 canciones y 18 minutos supone 2 años de trabajo (y todos tus ahorros de esos 2 años). Cuando por fin pares el proyecto que tanto ha costado y al que ya casi le has cogido asco, viene la gente (con toda la buena fe del mundo) y te dice: “Oye, qué guay, ¿Y lo próximo para cuando?” (grita en artista emergente). Y si en los días buenos te preguntas qué puedes hacer para llegar a más gente, publicas cosas en las redes para promocionarte, les recuerdas a tus seguidores todos tus trabajos pasados y haces hype para los futuros, etc. En los días malos (y yo personalmente tengo muchos de estos) es cuando toca preguntarse ¿Soy suficientemente buena? Quizás no llego a nada porque simplemente no sirvo, quizás estoy tirando todo este tiempo, dinero y energía en saco roto y realmente no merece la pena… Cuando las dudas te asalten, mi consejo es que te apoyes en la gente que te quiere, no pienses que su opinión vale menos solo porque te quieren y lo que es más importante déjate apoyar tu también. Es muy difícil estar todo el día trabajando y llegar a casa cansadísima para seguir con tu proyecto y es muy fácil perder la ilusión y dejar lo que estás haciendo a medias. Pero cuando te veas preguntándote si eres suficientemente buena, o por quién haces esto, o qué será lo próximo que harás, recuerda por qué empezaste a hacerlo, respeta todo lo que has hecho hasta el momento y, sobre todo, llévalo hasta el final.
- BUSCAR PISO EN BARCELONA SIN MORIR EN EL INTENTO
Hoy puedo decir (por fin) alto y claro que ¡He encontrado piso en Barcelona! También os digo, no es la primera vez, creo que es mi… ¿Octavo? Llevo un tiempo queriendo asentarme en un sitio sin conseguirlo, ya sea porque la zona no me terminaba de convencer o por distintas series de catastróficas desdichas. Este año decidí que iba a ser el año en el que encontrara un sitio que no sintiera como algo temporal y sentir que es mi hogar. El haber vivido en diferentes zonas me ha hecho saber qué me gusta y qué no, qué me puedo permitir, cómo está comunicada cada zona, etc. En resumidas cuentas, una aventura, la verdad. Os hablaré primero de los pros y contras de las diferentes zonas de Barcelona en las que he vivido, por si os estáis pensando en venir, ya sea de visita o a vivir, y luego os daré unos tips para buscar y, como dice el titular, no morir en el intento. Destacar que esta es mi opinión, no es una verdad absoluta sino las sensaciones que yo he recogido de cada zona por la que he pasado. ¡Espero que os sirva! Si empiezo por orden, lo que conocí primero es Sagrada Familia, que viene siendo del distrito de l’Eixample. Es verdad que me lo esperaba mucho peor a nivel turisteo cuando, en realidad, se concentran todos en lo que es la Sagrada Familia y dos calles más adelante ya no hay nada. Aun así, me parece que l’Eixample (no me matéis) carece un poco de personalidad, está quizás más gentrificado y por eso además los precios están un poquito inflados para los pisos, que suelen ser un poco antiguos. Sí que es verdad que en Eixample los pisos suelen tener techos altos, suelos bonitos y aunque sean viejos suelen tener bastante encanto. En definitiva, encontrarás cosas bonitas pero caras y el barrio es un poco soso. Sin embargo, si vas un poco más lejos para la zona de El Clot, tiene bastante más personalidad y sigue estando bien conectado, pero está un poco más lejos de todo. El distrito Horta-Guinardó es muy bonito y muy “pueblo”. Hay bastante gente mayor y es muy familiar. Cuando vivía en el Guinardó solía ir bastante en bus ya que en metro no está muy bien conectado y hay muchas –pero muchas– cuestas, y siempre había señoras mayores monísimas. Lo mejor de este barrio son las vistas, la tranquilidad y los precios (de los más baratos de Barcelona). Lo peor es que es un poco inaccesible, yo cuando tenía que subir la compra por esas cuestas lo pasaba fatal, o cuando volvía del trabajo cansadísima o de fiesta, era un suplicio… Además, al tener esa vibe de pueblo, todo está un poco más muerto los fines de semana, no hay tanta vida ni cosas que hacer y te ves obligada a moverte todo el rato. Para mí, que me gusta ir en bici a todas partes, las cuestas tan pronunciadas eran definitivamente un problema. Gràcia, por otra parte, es el barrio de las modernas por excelencia, probablemente el segundo más caro después de Sarrià (el barrio más pijo de Barcelona). Gràcia es muy divertido porque tiene muchísimos bares, vermuterias, muchísimas plazas para sentarte a tomar algo… Pero como he dicho, es el barrio de las modernas, por lo que los bares suelen ser muy chulos, pero un poco caros. Me gustaba mucho vivir allí porque sabía que podía salir de casa sin rumbo a darme un paseo y siempre encontraba una plaza nueva con encanto, sí, esa es la palabra, Gràcia tiene mucho encanto y los pisos suelen ser preciosos. El contra es el precio, que suele ser bastante elevado, pero si te vas a la parte de Lesseps o algo así más arriba, estará más barato y lo tendrás cerca. La gente que vive en esta zona no suele salir de ahí porque realmente lo tienes todo a mano. Si te gusta estar cerca del mar probablemente te intereses por la zona de Barceloneta o el Born, aunque la playa de ahí no te la recomiendo. Yo tuve la “suerte” de que me mudé ahí en Septiembre de 2019, que ya no había tantos guiris porque no era verano y pasé toda la época del COVID en la que no se podía viajar en ese piso, por lo que disfruté de la playa y la zona sin tener el barullo de turistas que suele haber normalmente (que para mí es uno de los contras de esta zona). A mí, que soy del sur, y aunque sea de interior, he vivido muchos años en Málaga, Barceloneta (el barrio, no la playa) me recordaba (cuando no había turistas) a los pueblecitos pesqueros de la costa de allí abajo, El Palo, el Rincón de la Victoria… Sinceramente, te recomiendo mucho ir a Barceloneta de visita o si vienes unos días pero no te recomiendo que vivas ahí, porque hay una humedad que flipas (me salía moho en la ropa, ¿WTF?), está regular conectado, hay muchísimas cucarachas, hay una cantidad de turistas y gente de botellón de noche bastante considerable y los pisos suelen estar bastante viejos y deteriorados. Esto se aplica a Barceloneta y el Born. Otra cosa es Poblenou, que aunque está muy cerca no tiene la misma vibe para nada, hay un montón de edificios rollo industrial, los pisos tienen techos súper altos y son diáfanos… Es el barrio de moda por así decirlo. Está muy bien porque todo está muy nuevo y está bien conectado, pero suele ser bastante caro (triste historia). Y voy a acabar por mi barrio favorito de Barcelona, Sants-Montjuic, es medianamente tranquilo pero tiene de todo, y está lo suficientemente apartado del centro para que no haya turistas, pero lo suficientemente cerca como para poder ir dándote un paseo o en bici. Además, tiene tiendas de barrio, la gente es súper cercana… Si eres de pueblo como yo, te vas a sentir como en casa. Y los fines de semana, la calle principal que recorre toda Sants hasta plaza España (Carrer de Sants/Creu Coberta) la cortan al tráfico y la hacen peatonal, es una gozada para ir de bares o tiendas, o simplemente pasear sin tener que estar tragando humo. En resumen, Sants tiene encanto, es bastante asequible y está muy bien conectado con el centro tanto en metro, como en bici o incluso andando si te gusta pasear. Ahora que tienes toda esta información viene la parte más peliaguda: ¿por dónde empezar para buscar piso? Lo peor sin dudar es el principio, el primer día que abrí Idealista y Habitaclia y vi el panorama… Madre mía, qué desolador. Los precios están altísimos y no encontraba nada en los barrios que me gustan, así que decidí hacer un documento de Drive con mi pareja en el que íbamos añadiendo los pisos que nos gustaban con los correspondientes números de teléfono y lo que nos iban contestando. Buscar piso es como usar Tinder, no vale con solo mirar las fotos, de hecho las fotos son lo de menos, lo que hay que mirar son las descripciones, porque hay cada barbaridad… 6 tips para encontrar el piso de tus sueños Antes de ir a las descripciones, lo primero que tienes que hacer es poner unos buenos filtros, pide por esa boquita, que sea exterior, que tenga balcón, que sea con o sin amueblar, las habitaciones que quieres, etc. Y cuando pongas el precio máximo, te recomiendo que pongas 100€ menos de lo que es tu máximo de verdad, porque las páginas automáticamente te van a ofrecer pisos un 10% más caros para ponerte el caramelito en la boca, entonces si pones tu máximo real te van a salir pisos demasiado caros y vas a llorar. Una vez activados todos los filtros activa las alertas para que cada vez que suban un piso de esas características te envíen un correo. Es horrible, porque te van a llegar 5 correos al día con pisos nuevos y te van a saturar, pero hazme caso, es por tu bien, cuanto más nuevo el anuncio mejor. Si el anuncio lleva puesto una semana, seguramente para cuando vayas a verlo estará cogido. Una vez filtrados los anuncios, el segundo reto es esquivar los pisos de alquiler temporal, que si te pones a leer las descripciones hay algunos que dicen que en verano te tienes que ir, otros que ponen límite de 11 meses para que tengas que pagar tú los gastos de gestión de la agencia, y un largo etcétera de gente con la cara muy dura. También están los que solo quieren familias, los que quieren que pagues tú los gastos de comunidad, el IBI, el mantenimiento de la caldera, la universidad de sus hijos… La parte más dura para mí siempre es empezar a llamar a los pisos que has seleccionado. Odio llamar por teléfono y además esto es llamar a mil números y contar mil veces la misma historia ¿Para cuántas personas es el piso? ¿A qué os dedicáis? ¿Podéis poner avales? Casi siempre tendrás que poner avales, a no ser que tengas contrato indefinido y tu sueldo sea 4 veces el valor del piso (no es una forma de hablar, esos son los requisitos…). Vaya tela que con casi 30 años tenga que venir mi madre a avalarme… En fin, que me voy por las ramas. No dejes que esto te desespere, pero si llamas a 10 pisos, lo más probable es que 6 no te lo cojan, 2 te digan que te llamarán para concertar cita más tarde y realmente te llamarán y los otros 2 te digan que te llamarán y jamás te llamen porque ya habrán encontrado a alguien. Has llamado a tropecientos pisos y por fin has conseguido tus 2 primeras citas, no dejes de buscar y llamar aunque vayas a ver pisos porque los primeros siempre suelen ser una decepción… ¿Te acuerdas de lo de no te fies de las fotos? Mi experiencia es que hay pisos que en las fotos parecen pisazos y en persona son una decepción y que hay pisos con fotos malísimas que ves en persona y te sorprenden. Estos últimos son los mejores, porque como la gente se deja llevar bastante por las fotos, no llaman tanto a esos y tendrás más posibilidades de que esté menos solicitado, por eso si una descripción te convence, y crees que te puede llegar a encajar ya sea por las condiciones, el precio, la zona… Ve a verlo, porque verlo en persona siempre te cambia la perspectiva. Todos los agentes con los que te encuentres te van a venir con el mismo cuento: Hay muchísima gente interesada, hoy tenemos 10 citas programadas y mañana otras 738, corre que vuela… Y sí, vuelan, no tanto como te venden pero vuelan. Me explico, si vas a ver un piso y te gusta, envíales directamente la documentación que te pidan para poder entrar en el proceso de selección, porque si vas a tu casa y te lo piensas, para cuando te lo hayas pensado ya no va a estar. Pero no te conformes con cualquier cosa, si no te convence el piso sigue buscando, te prometo que hay un piso para ti, porque hay muchísima demanda pero también hay muchísima oferta y hay ofertas nuevas cada día. Yo estaba agotada y perdiendo las esperanzas cuando encontré el piso, llamé el día que subieron el anuncio, me dieron cita para ese mismo día por la tarde, me gustó, les dejé la documentación y les dije que quería entrar cuanto antes (cosa que a ellos también les interesa… Antes entras, antes pagas) y al día siguiente me dijeron que me pasara a darles la reserva (que suele ser un mes que luego te restan de lo que tienes que pagar en la firma). Para terminar cuidado con los timos, sobre todo cuando buscas a distancia. Yo casi sufrí uno en mi primer piso aquí y conozco a gente con historias muy turbias. Lo que yo hago es, cada vez que tengo una cita para ver un piso, busco info de la inmobiliaria en Google y veo las reseñas que tiene, cuánto tiempo lleva ejerciendo, si tienen oficina física, etc. Es un trabajo extra y puede parecer de paranoica, pero mejor evitarse un disgusto. Aunque creo que me he enrollado bastante, si has llegado hasta aquí y tienes alguna pregunta, no dudes en dejarla en los comentarios, ¡Estaré atenta!
- LOS FAVORITOS DE LOS OSCARS 2024 (DE LOLA)
(Este artículo NO contiene spoilers) Hace años que empiezo el año esperando a que salgan las nominaciones de los Óscars para hacer una maratón de las seleccionadas como una loca. Este año ya había visto bastantes de las nominadas antes de que las confirmaran, aun así, siempre queda mucho trabajo por delante. Podría comenzar por las categorías más grandes porque sería el orden lógico, pero no me gusta seguir la lógica, así que me dejaré las grandes para el final. Este es el (mi) top 8 de este año. La película internacional siempre es una de mis categorías favoritas, porque me hace descubrir películas y cineastas que no conocía, ya me pasó en 2022 con ‘Drive my Car’ de Ryūsuke Hamaguchi que me enamoró desde el minuto uno o ‘La Peor Persona del Mundo’ de Joachim Trier. Esto es súper interesante para mí porque al final las nominadas a las grandes categorías son bastante obvias si sigues el cine mainstream, pero las más estimulantes para mí suelen ser las películas internacionales y los documentales. Este año me gustaría destacar de estas categorías ‘20 Días en Mariúpol’ (mejor documental), ‘La Zona de Interés’ y ‘Perfect Days’ (ambas nominadas a mejor película extranjera), os cuento por qué en los siguientes párrafos. Si tienes Filmin y un buen estómago te recomiendo ‘20 Días en Mariúpol’, un retrato crudísimo del conflicto de Ucrania, en concreto de un asedio a manos de los rusos en la ciudad de Mariúpol durante febrero y marzo de 2022. En estos tiempos no se nos puede olvidar lo importante que es dar voz a los conflictos que están ocurriendo, no solo para que cesen sino para que no se extiendan. Estamos demasiado acostumbrados a ver cine bélico y eso nos hace estar pasivos ante la guerra porque la vemos como ficción, como algo lejano. En mi opinión, estos documentales nos recuerdan que la realidad supera la ficción, una afirmación bastante terrorífica en este caso. Otra película, esta vez de ficción, que me dejó impresionada fue ‘La Zona de Interés’, de Jonathan Glazer (director de ‘Under the Skin’, dios, cómo me gusta esa película), que trata el conflicto de la Segunda Guerra Mundial de una forma que yo jamás había visto. Es tan fría y a la vez tan explícita… Es la primera película sobre Nazis en la que no veo ni una sola muerte (no las ves, pero las hay). Hay un recurso que me encanta del cine y es cuando se enseña algo sin enseñarlo. La primera escena de la película en la que ves un poco por dónde van los tiros es cuando el protagonista llega a casa y se quita las botas para que se las laven, y al lavarlas un criado se ve que estaban llenas de sangre. No sabes de dónde viene esa sangre, no lo has visto, pero tampoco necesitas verlo. Es más, quizás es más desgarrador el hecho de no verlo, de deshumanizar de esa forma a las personas que mataban sin considerarlas personas, ¿Os suena de algo? Para quitarnos el mal sabor de boca (necesario, pero malo) ver ‘Perfect Days’ es el antídoto perfecto. Es tan preciosa, tan delicada, tan real… Es un retrato de una vida tranquila, de cómo la belleza se encuentra en las pequeñas cosas. Lo que más me gusta de esta película es que se plantea lo que podría ser un conflicto que podría poner fin a esa tranquilidad que emana la película y el protagonista y no lo consigue, porque al final, la vida sigue, y si algo te intenta sacar de tu línea, respiras hondo y vuelves, porque se puede volver. Kōji Yakusho hace un papel increíble, en mi opinión debería estar nominado a mejor actor, porque haciendo de un señor que trabaja limpiando baños públicos en Tokio consigue transmitir tantas emociones, tanta empatía, tanta ternura… No recuerdo la última vez antes de esta película que salí del cine sonriendo así, simplemente brutal. Entrando a las categorías principales, era obvio que este año el fenómeno “Barbenheimer” iba a arrasar… Bueno, en realidad ‘Oppenheimer’ ha arrasado y ‘Barbie’ se ha quedado un poco a medio gas. Nadie entiende por qué Margot Robbie y Greta Gerwig no están nominadas, pero bueno, cosas de los Óscars, ¿No? Algo tendrán que dejar para que hablemos los haters… Además, al menos podremos ver a Ryan Gosling cantar ‘I’m just Ken’ en directo. Igualmente, yo no me quiero centrar demasiado en Barbenheimer porque señoras y señores, este año hay unos PELICULONES nominados a mejor película que se te va la olla, o sea, no sé por dónde empezar. Este año todas las películas nominadas me parece que están bastante a la altura, quizás sustituiría ‘Los Asesinos de la Luna’ por ‘Perfect Days’, pero bueno, no nos podemos olvidar de que Hollywood sigue siendo Hollywood, así que es lo que hay. No es por discriminar porque como he dicho, casi todas son bastante buenas y podría hablar en detalle de todas (en concreto ‘Anatomía de una Caída’ es bastante recomendable), aun así, mis favoritas de las nominadas a mejor película son ‘Pobres Criaturas’ de mi amado Giórgos Lánthimos y ‘Vidas Pasadas’ de Celine Song y voy a hablar de ellas porque por algo este artículo se llama: ‘Mis Favoritas de los Óscars’ y no: ‘Todas las películas de los Óscars’. Soy una fiel seguidora de Lánthimos desde que vi ‘Canino’ hace años y no puedo ser objetiva con este señor, todo lo que ha hecho me ha flipado. Después de ‘La Favorita’ pensaba que había tocado techo, pero no, ‘Pobres Criaturas’ lo ha vuelto a hacer. Los colores, el vestuario, el montaje, las actuaciones, los escenarios surrealistas, todo me parece brutal. Aunque es verdad que el argumento es moralmente problemático en algunas ocasiones, decido tomarlo como una crítica, o una forma de hacerte pensar en ciertos temas sin que falte el surrealismo llevado al extremo propio del director. Definitivamente te hace pensar y me encanta cuando salgo de una película pensando. En el lado totalmente opuesto a ‘Pobres Criaturas’ con una estética, vestuario y tema bastante más “sencillos” por decirlo de alguna forma, está ‘Vidas Pasadas’, una historia de amor bastante desgarradora pero también bastante real. Me gustó que aunque sí que tiene algún que otro cliché, no enseña el típico amor de Hollywood de: “...Y vivieron felices y comieron perdices”, sino un amor más… ¿Lógico? Me parece que está bastante reventado ya que el amor lo puede todo y que hay que seguir los impulsos y bla bla bla. Creo que el amor es mucho más que eso y que al final la seguridad, la confianza y lo que tiene más sentido tiene que llevarse algo de mérito también. Además, Greta Lee ya me tenía enamorada desde la segunda temporada de ‘The Morning Show’, pero es que ahora uf… Y ya que os hablo de mis favoritas, os voy a hablar también de dos películas que en mi opinión están sobrevaloradas y están nominadísimas porque las han dirigido “míticos” de la industria. Os hablo de ‘Oppenheimer’ y ‘Los Asesinos de la Luna’. Ambas películas me parecieron demasiado largas y con montajes a los que les falta ritmo. Muy buena foto, muy buenos actores, pero sinceramente, miré el reloj unas 10 veces en cada película, y esto nunca es buena señal. Me da un poco de rabia cuando los directores confían demasiado en la imagen que se han creado y creen que cualquier cosa que hagan va a ser buena. Me parecieron películas entretenidas y con temáticas interesantes pero que jamás volvería a ver. Tanto Scorsese como Nolan me parecen buenos directores y tienen películas que me encantan, pero estas dos en concreto, para mí, son bastante flojas y no están a la altura. Pero bueno, al menos no han nominado a mejor película a ‘Napoleón’, que eso ya habría sido la hecatombe total. En fin, no me voy a enrollar más. Como todos los años, hay películas que a mí me han encantado y que no están nominadas por unos motivos u otros, hay algunas que deberían estar nominadas en más categorías y otras que me sobran, pero todas sabemos que los Óscars no son los premios más objetivos del mundo. Aun así, a mí me gusta verlos como tradición y porque, no os lo voy a negar, me encanta el salseo y todos los años pasa algo…
- LAST MINUTE MELÓMANA
A los melómanos (que no tenemos ni idea de música) como yo, no nos basta con escuchar música desde casa. Pero, ¿qué hacer cuando quieres ir de última hora y/o no quedan entradas? Os dejo los trucos de la rookie más experta en planes de último minuto. Desde tus novedades semanales a hacer la portada para una playlist que has creado; diseñar listas para cada ocasión y crear playlists colaborativas, a tener la estantería llena de vinilos y discos. Toda historia, en este caso de los amantes de la música, comienza por algo. Mi historia comienza con el melómano más empedernido, cool y gracioso (para mi): mi padre. Su pasión por los discos, la electricidad y la electrónica, así como no tener ningún tipo de sentido del ridículo han sido una constante en mi vida desde que tengo uso de razón. De él he sacado muchas cosas: He comenzado mi propia colección de vinilos (que nunca superará la suya). El amor por lo analógico, slow-living y apreciar cada minuto a dedicarlo a una cosa en concreto. La música estacional. El gusto musical de mi padre cambia dependiendo de la estación del año en la que nos encontremos. Un ejemplo de ello es que sabía que llegaba el otoño porque ya sonaba en mi casa The Voyager de Mike Oldfield. La importancia de la música como banda sonora de tu vida. En casa, en el coche, en familia… Canciones a la que asignarles recuerdos, para siempre. Y que cada vez que las escuches te lleven de vuelta a esos momentos. La apreciación máxima de la música en directo, y la historia de esos artistas. Esto último me ha llevado a disfrutar de ir a conciertos sola, asistir a conciertos de gente que ni conozco e incluso a que una de las razones con más peso para mudarme a una ciudad sea los conciertos que pueda haber. Viviendo en Madrid, esto es una constante y una suerte (no tanto para mi bolsillo). Pero muchas veces, los conciertos, en especial de grandes artistas e internacionales, se hace imposible conseguir entradas o son con tanta antelación que ni sabes si podrás ir o no. Para mis last minute plan people, y para los que consiguen ahorrar pero ya no quedan entradas, os traigo mis trucos para poder ir a los conciertos, sin importar (demasiado) si están sold out o si lo decides un par de horas antes. El paso 1 es tener todas las aplicaciones en las que venden entradas de conciertos y eventos que puedan interesarte. En muchas puedes destacar ciudades, géneros o tipos de evento para que en cuanto salga algo te avisen sin tener que estar demasiado pendiente. Además de enterarte de conciertos de artistas que te gusten, es una puerta enorme que se abre a descubrir nuevos géneros y artistas, e incluso conocerlos. Cuando voy de ultimísima hora, mi go-to, el básico de los básicos para mí es Stubhub. Es una app que pertenece a Ticketmaster de reventa legal (y 100% segura) de entradas. Si están agotadas, mucha gente revende sus entradas y ese día o los días de antes la gente suele rebajar bastante el precio para quitársela del medio, además de que si no están agotadas, pueden salirte más baratas que en venta normal. Así he podido ir a conciertos tanto dentro como fuera de España por un precio asequible o en conciertos en los que las entradas estaban agotadas desde hace meses. Parecida a Stubhub está Ticketswap. Aún no la he probado así que no puedo recomendarla al 100% pero se que mucha gente la utiliza. Como anti-recomendación, necesito que os olvidéis de Viagogo. Llevan años y años revendiendo entradas duplicadas y afectando siempre a muchísima gente la mala gestión que tienen. Si os queréis ahorrar un disgusto, os recomiendo que la borréis de vuestras listas de opciones (por muy desesperados que estéis). Esto es todo por ahora. Y vosotros, ¿conocéis más trucos?
- CAFETERÍAS PARA TRABAJAR... ¡¿SIN CONSUMIR Y GRATIS?!
Mi relación de amor-odio con las cafeterías para trabajar es un tira y afloja infinito. ¿Cómo hemos llegado aquí? ¿Cómo, a la mayoría de nosotros, se nos ha esfumado de la cabeza la idea de ir a una biblioteca en vez de a una cafetería para teletrabajar? Os escribo desde la tierra que me vió nacer (y en la que vive Hannan): Málaga. Me hallo escribiendo esto desde Polifonía, un lugar que antes era una tienda de instrumentos, muy bien ubicado, ya que estamos justo en frente del conservatorio superior de música. Ahora es una cafetería. Un lugar un tanto aesthetic, con libros, e instrumentos en las paredes y en el que grita: working café (aunque muchos de estos sitios ya no se puede utilizar ordenador). Me encanta este sitio, pero a la vez siento cierto rechazo. El ruido, la pérdida de identidad local y, aunque podría tener unos precios desorbitados y ser el cliché total de working café - cafetería de especialidad, admito que sus precios son dignos de estar en un barrio con tanta historia como este (un 10). Pero ese no es el tema. Quería hacer una reflexión de cómo estos lugares nos han encandilado tanto que hasta nos hemos olvidado de la existencia de un lugar con mucho más silencio, instalaciones más preparadas para estudiar o trabajar y encima gratis: Las bibliotecas. Como malagueña, ese olvido se lo achaco a algo que es más que justificación para que ese lugar lleno de mesas, libros y un silencio sepulcral se evapore de nuestras memorias: simplemente NO HAY. La poca cantidad de bibliotecas públicas que hay en Málaga es de vértigo. Ni todos los barrios tienen, ni son los suficientemente grandes para poder suplir las necesidades de una ciudad en completa ebullición. Mi alternativa siempre es “colarme” en las bibliotecas de la universidad. Algo que siempre me pone un tanto nerviosa pero que no tengo más remedio que hacer si quiero leer, estudiar o trabajar sin tener que pagar 4,50 por un matcha latte. Cuando realmente sólo quiero un mitad doble con un pitufo antes de trabajar. Sin embargo, mi experiencia es totalmente diferente en la capital, Madrid (lugar donde vivo). Prácticamente hay bibliotecas en todos los barrios, con instalaciones buenas o decentes, son un lugar perfecto para concentrarte y evadirte. De mis sitios favoritos sin duda y una alternativa sin barullo, olores, gritos y con mucha paz (además de enchufes y buena luz). Os dejo mis favoritas de la capital: La biblioteca municipal de Aluche Calle de Camarena 10 Metro Laguna o Casa de Campo La biblioteca municipal José Saramago (Fuencarral-El Pardo) Calle de Monforte de Lemos 38 Metro Barrio del Pilar, Avenida de la Ilustración o Peñagrande La biblioteca municipal Iván de Vargas (Centro) Calle San Justo 5 Metro Tirso de Molina, La Latina u Ópera Os recomiendo probarlo, al menos una vez. Con una vez basta. Sabréis de qué hablo. Ya me contaréis…
- FLORES PA' TU PELO EN ABRIL
Abril, un mes que marca la transición entre la frescura de la primavera y el calorcito del verano, está repleto de diferentes flores que reflejan la vitalidad y la renovación que caracterizan esta temporada. Desde las delicadas flores silvestres con sus vibrantes colores hasta las exuberantes y aromáticas flores de jardín, este mes nos brinda una espectacular exhibición de colores y fragancias. Pero, ¿qué sabemos de su historia? ¿De dónde son originarias? Y sobre todo, ¿Cuál es la favorita del mes en mi opinión? 1. Tulipán Los tulipanes son sinónimo de primavera y abril marca el apogeo de su floración en muchas partes del mundo. Originarios de Asia Central, los tulipanes se han convertido en una de las flores más populares y ampliamente cultivadas en todo el mundo. Disponibles en una amplia gama de colores, desde blancos puros hasta rojos intensos y morados vibrantes, los tulipanes representan la elegancia, la gracia y la belleza perfecta. En la cultura turca, los tulipanes han sido durante mucho tiempo un símbolo de amor y prosperidad. 2. Narciso El narciso, con su distintiva forma de trompeta y su fragancia embriagadora, es otra flor emblemática de abril. Originario de la región mediterránea, el narciso es conocido por su vibrante color amarillo y su asociación con la renovación y el renacimiento. En la mitología griega, el narciso está vinculado al joven de igual nombre, quien se enamoró de su propia imagen reflejada en un estanque y se transformó en la flor que lleva su nombre. Hoy en día, los narcisos son populares en arreglos florales de primavera y son considerados símbolos de esperanza y belleza. 3. Flor de Cerezo En muchas partes de Asia, especialmente en Japón, abril es el mes de la floración de los cerezos, un fenómeno conocido como "Sakura". Las flores de cerezo, con su delicada belleza y breve vida, simbolizan la fugacidad de la vida y la belleza efímera. La tradición japonesa del hanami, que significa "contemplar las flores", involucra la observación y celebración de la floración de los cerezos, y es un recordatorio de la belleza transitoria de la naturaleza y la importancia de vivir el momento presente. 4. Peonía Conocida por sus exuberantes pétalos y su fragancia embriagadora, la peonía es una flor que florece en abril en muchas partes del mundo. Originaria de Asia, la peonía es un símbolo de prosperidad, buena fortuna y felicidad en la cultura china. Además de su belleza estética, la peonía también tiene una larga historia de uso en la medicina tradicional china por sus supuestos beneficios para la salud. En los arreglos florales, las peonías agregan un toque de opulencia y elegancia, y son muy apreciadas en bodas y otras ocasiones especiales. 5. Flor de Espino Las flores de espino, que florecen en abril en muchas regiones templadas, son conocidas por sus pequeñas flores blancas o rosadas y su fragancia dulce y delicada. Estas flores son un importante néctar para las abejas y otros polinizadores, lo que las convierte en un símbolo de renovación y fertilidad en la naturaleza. Además, en algunas culturas, como la celta, el espino está asociado con la protección espiritual y se cree que tiene propiedades mágicas. Las flores de espino son una hermosa adición a los jardines de primavera y a menudo se utilizan en infusiones de té y tés de hierbas. 6. Lirio de los Valles Con sus pequeñas campanas blancas y su fragancia dulce y embriagadora, el lirio de los valles es una flor encantadora que florece en abril en muchos lugares. Esta flor es apreciada por su aspecto delicado y su aroma distintivo, que evoca la llegada de la primavera. En el lenguaje de las flores, el lirio de los valles simboliza la humildad, la felicidad y el retorno de la felicidad. En la tradición cristiana religiosa es un símbolo de pureza y renovación espiritual. En conclusión, abril es un mes lleno de flores hermosas y significativas que celebran la llegada de la primavera y todo lo que representa: renovación, vitalidad y belleza. Desde los icónicos tulipanes hasta las delicadas flores de cerezo, cada flor tiene su propio encanto y simbolismo único. Ya sea que estés disfrutando de un paseo entre los campos de tulipanes, participando en la tradición del hanami en Japón o simplemente admirando un ramo de narcisos en flor que tus amigos te regalaron por tu cumpleaños, abril nos invita a apreciar la belleza efímera de la naturaleza y a celebrar la vida en todas sus formas. Pero entonces, ¿cuál se lleva el premio a la más icónica del mes? Personalmente me inclino por la flor de sakura: efímera y despampanante nos recuerda que las cosas bonitas también se acaban.
- EL KAMASUTRA DEL DESCANSO
Últimamente viajo mucho y por ello estoy durmiendo en sitios pintorescos: sofás, sillas, sillones, suelos de aeropuertos, etc. También sé que probablemente todos habremos oído alguna vez que existe un libro llamado kamasutra donde se describen algunas posturas sexuales pero, ¿alguna vez te has preguntado si existe el kamasutra del dormilón? Desde la clásica posición fetal hasta la extendida y relajada posición de estrella de mar, nuestras preferencias nocturnas pueden decir mucho sobre nuestra personalidad y nuestras necesidades físicas. Vamos a sumergirnos en el mundo de las posturas para dormir y descubrir cuál podría ser tu posición de sueño perfecta. Empecemos por el clásico: la posición fetal. Esta es probablemente una de las posturas más comunes y básicas. ¿Recuerdas cómo te arrullabas cuando eras pequeño y estabas cansado? ¿O cuando te salía mal un examen? Bueno, esta posición es casi como volver a esos días. Aquí, te acurrucas con las rodillas hacia el pecho y los brazos envueltos alrededor de ellas. Esta postura es genial si te gusta sentirte seguro. Dicen que los que duermen así suelen ser personas sensibles y tranquilas, los cuales buscan un refugio seguro en su sueño. Pero no todo va a ser acogedor y placentero… para aquellos que prefieren una sensación de control y firmeza durante la noche, la posición del soldado podría ser la elección ideal. Aquí, uno se encuentra boca arriba con los brazos a los costados y las piernas extendidas. Esta postura es excelente para la salud de la espalda aunque puede no ser la opción más popular para los roncadores, ya que tender a estar boca arriba puede aumentar los ronquidos. Para mi gusto es una de las más relajantes: modo momia. Hablemos ahora de una postura también bastante clásica: ¿cuándo fue la última vez que te has caído en la cama como si fueras un tronco? Bueno, esta posición es justo eso. Acostado de costado con las piernas ligeramente dobladas y los brazos extendidos hacia adelante, esta postura permite una relajación total del cuerpo. Es especialmente popular entre los que roncan, ya que puede ayudar a mantener las vías respiratorias abiertas. Además, es una excelente opción para hacer la digestión, ya que eleva la cabeza y el torso ligeramente. Por último, si te gusta tener espacio para moverte durante la noche, la posición de la estrella de mar podría ser tu elección. Muy criticada en el otro kamasutra, ya que aquí uno se encuentra boca arriba con las piernas separadas y los brazos extendidos hacia afuera, ocupando la mayor cantidad de espacio posible en la cama. Dice que los que duermen así suelen ser personas generosas y amigables, aunque yo discrepo. Quizás los fanáticos de esta postura sean los que te tiren de la cama, ya que pretenden ocupar todo el espacio. Todas estas posturas son opciones válidas y placenteras para dormir, ya sea que te guste acurrucarte como un bebé en la posición fetal o estirarte como un tronco en la posición del tronco, tu postura para dormir dice mucho sobre ti, podríamos hacer un análisis psiquiátrico extenso pero de momento lo dejaremos aquí. Al final del día (o más bien, al comienzo de la noche), lo más importante es que te sientas cómodo y relajado para poder recargar energías y quizás practicar el otro kamasutra… ¡Felices sueños!
- KIT DE SUPERVIVENCIA DEL VIAJERO
Una mala elección de lo que llevamos en nuestra maleta de mano puede convertir nuestro viaje en un infierno. En cambio, si somos capaces de empaquetar en nuestro bolsito lo que realmente importa, puede hacernos el trayecto mucho más llevadero, liviano e incluso divertido. Pero, ¿cuáles son los pilares básicos para construir un buen kit del viajero? En este artículo te voy a contar, desde mi experiencia, cuáles son los secretos de la maleta de mano de una trotamundos. Este artículo viene inspirado por la necesidad y es lo que a mí personalmente me funciona. Me gusta mucho viajar y, a veces, los aviones son muy pequeños o muy caros y no puedes facturar maletas, por lo que más de una vez he ido a la aventura con sólo un bolso de mano donde he creído meter lo básico… Pero sorpresa: me equivoqué. Otras veces el problema no es facturar la maleta, sino que te enfrentas a vuelos de hasta 14 horas seguidas y quieres tener a mano un kit básico de supervivencia e ir cómoda. En primer lugar podemos hablar de los elementos necesarios para la higiene y salud. Considero que es muy importante si eres una persona menstruante, que te lleves tampones o tu copa menstrual previamente limpia. Ahora hay copas que vienen con funda de silicona para viajes y de verdad que os va a salvar la vida. Más de una vez me ha pasado que, subida al avión haciendo LAX-BCN-APG (Los Ángeles-Barcelona-Málaga) o LAS-LAX-MAD-APG (Las Vegas-Los Ángeles-Madrid-Málaga), me ha venido la regla… y créeme si te digo que mejor tenerlo todo preparado. Hablar del periodo me lleva directamente a recomendaros que siempre llevéis en la maleta de mano antiinflamatorios no esteroideos, ya sean ibuprofeno, naproxeno o ketoprofeno. Si sois una persona propensa a dolores de cabeza o dolores menstruales y tenéis un vuelo largo por delante, tener algo que contrarreste ese dolor os puede hacer el viaje mucho más ameno. Otro medicamento que siempre llevo en el bolso es algún tipo de antihistamínico tipo bilastina o cualquier otro que os recomiende vuestro médico. A mi alguna vez me han salido ronchas por el cuerpo sin motivo aparente o después de la picadura de algún bicho jurásico en alguna isla perdida del mundo. Ésto me hizo aprender a las malas que no en todas las islas hay centro de salud y mucho menos farmacias. Por ello llévate tu antihistamínico de confianza para cosas leves por si acaso. Por último, otra cosa que considero esencial porque cuando te pasa no hay nada más doloroso, son los polvos para lavado externo de bencidamina hidrocloruro. Estos sirven para aliviar el picor y escozor en la zona íntima, producido por infecciones, o simplemente irritaciones de estar todo el día en remojo. Cabe destacar que yo no soy médico, y estas son mis recomendaciones que se pueden comprar todas sin receta (menos la bilastina) pero, en cualquier caso, consultadlo con vuestro farmacéutico. A nivel de productos de higiene básicos yo llevo: el cepillo de dientes, la pasta de dientes, un desodorante sólido (mejor que los que vienen en crema), un jabón de cara sólido, crema hidratante de cara (si algún día os achicharráis la cara os va a ayudar mucho), crema +50 del sol y poco más. Si tenéis problemas para conciliar el sueño y vuestro mayor enemigo es el jetlag, os recomiendo las pastillas de valeriana (no de melatonina). A mi las de valeriana, durante el covid, me ayudaron mucho a descansar bien por las noches, en cambio las de melatonina me hacían despertarme cansada y aún no sé por qué. Por otro lado, para dormir cómodos en el avión o en el lugar donde vayáis, os recomiendo que siempre llevéis unos calcetines extras (nunca sabes el frío que puede hacer a 12000 metros de altitud), una muda limpia, una sudadera o polar térmico pero que pese poco y unos pantalones largos. Incluso si vais al Caribe, os recomiendo ir vestidos con ropa que os cubra la mayor parte de piel posible. Si hace calor pues de un tejido más fino, pero vais a agradecer que los depredadores jurásicos (aka mosquitos) y el sol interactúen lo menos posible con vuestra piel. Por ello, os recomiendo encarecidamente que os llevéis spray antimosquito pero para niños. Esto es muy importante, que sea para niños, porque si por casualidad os echáis en los ojos (me ha pasado y estuve con los ojos hinchados dos días), si es para niños no os va a picar tanto. Ahora pasando a cosas de modernas, os recomiendo llevar una cámara de fotos pequeñita, yo antes llevaba de carrete pero pesa y ocupa mucho espacio por lo que es poco práctica. Ahora os recomiendo una digital como la que usábamos hace años para las fotos Tuenti (dónde estarán esas fotos maravillosas… ¿no os gustaría recuperarlas?). Quizás una cámara de carrete sí que puede estar bien pero o desechable o de plástico recargable. Pasar un viaje bonito y tener algunos recuerdos en fotos puede alegrarte el día cuando las veas años después. No os olvidéis tampoco de vuestros cascos de música, si son por cable mejor porque no gastaréis tanta batería del móvil. A veces es importante guardar batería hasta que sepáis dónde podéis cargar el móvil de nuevo… Lo que me lleva a recomendaros que siempre llevéis diferentes tipos de cargadores y cables así como un adaptador de corriente universal: en muchos países tienen otro tipo de enchufes y en los buses y aviones a veces la entrada es de USB-C y otras USB-A. Con esta lista de básicos de la maleta de mano, creo que se me olvida lo más importante: vayáis donde vayáis siempre habrá gente que te pueda ayudar, siempre podrás usar tu misma ropa varios días y limpiarla y cualquier problema se podrá solucionar. No os preocupéis si llegáis al destino y os dáis cuenta de que os faltan cosas u os sobran. Lo más importante cuando viajamos y el verdadero kit de supervivencia es estar tranquilos y disfrutar de lo que la nueva aventura nos enseña.
- LA CIUDAD QUE RESURGIÓ DE SUS CENIZAS
Cuando Dew y yo estuvimos por Chicago, la ciudad del viento y los rascacielos, hicimos una de las cosas que más me gustó del viaje, el tour de arquitectura por el río. En este tour, te cuentan la historia de Chicago y cómo se ve reflejada en su paisaje. La arquitectura de Chicago es muy diferente a lo que podemos ver en España (aunque imagino que no tan diferente a otras grandes ciudades de EEUU), está plagada de rascacielos y es muy moderna. Lo que yo no sabía antes de ese tour, es que Chicago es una ciudad tan moderna porque fue totalmente reconstruida en el último siglo. Si vas a esta ciudad, te recomiendo este tour 100%, ya que hay algunos edificios que están hechos para que los veas desde el río y no puedes apreciarlos igual desde la calle. Además, las historias que van contándote son súper interesantes, aquí os dejo un par de ellas. Lo que pasó en Chicago en Octubre de 1871 fue lo que se conoce como una serie de catastróficas desdichas. El fuego comenzó en el granero de la familia O’Leary, en el sudoeste de la ciudad. Chicago, por aquel entonces estaba cubierta de madera. Todos los edificios e incluso las aceras estaban construidas con ella. Además, había una sequía muy grave ya que no había llovido en todo el verano. El río que atraviesa la ciudad estaba muy contaminado por la industria y tenía una capa de sustancias inflamables, por lo que aunque pensaras que el río podría ayudar a contener el fuego, lo que hizo fue propagarlo y ayudarlo a “cruzar” a las otras partes de la ciudad. Para rematar, cuando los bomberos fueron al sitio donde se comenzó el fuego, se equivocaron de dirección, dando tiempo a que el fuego siguiera expandiéndose por todas las capas de madera de la ciudad. Para cuando los bomberos llegaron al sitio correcto, el fuego ya estaba fuera de control y el resultado sería toda la ciudad reducida a cenizas, 17.500 edificios destruidos y 90.000 afectados. La cantidad de gente que murió no se sabe con certeza ya que muchos quedaron bajo los escombros o hechos cenizas, pero se estima que murieron unas 300 personas, y un tercio de la población (sí, un tercio de la población total) quedó sin hogar. Más allá de dar la ciudad como perdida, los habitantes de Chicago vieron esto como una oportunidad para construir de nuevo la ciudad aprendiendo de sus errores. Se dejó atrás la madera y se hicieron leyes para que los nuevos edificios fueran a prueba de fuego. Así, llegaron a Chicago el ladrillo, la piedra, el mármol y el hormigón entre otros. Sin embargo, la mayor innovación fue el uso del acero, material mucho más ligero que el hierro que permitiría edificios más altos. Toda esta reinvención (en parte forzada por la reconstrucción total de la ciudad), dio lugar a la Escuela de Chicago, responsable del primer rascacielos del mundo, el Home Insurance Building, construido en 1884. Otro paso súper importante para que esto no volviera a pasar fue la limpieza del río. Como ya os he comentado antes, el río estaba tan contaminado que ayudó a propagar el fuego. Además, el río desembocaba en el Lago Michigan, que era de donde los ciudadanos de Chicago extraían el agua potable, por lo que ya era hora de ponerse las pilas, aceptar la señal del destino y limpiar el agua del que tanto dependían. Esta historia también me pareció muy curiosa, y es que cambiaron la dirección del río construyendo un canal, para que la suciedad saliera de la ciudad en lugar de entrar hasta el lago, pero esto tampoco sirvió, ya que el río desembocaba entonces en el río Misisipi, otra fuente de agua potable. Finalmente, se llegó a la conclusión de que habría que dejar de verter los desechos en el río y comenzar poco a poco a limpiar el agua de la polución. Este proceso comenzó a principios del s. XX y sigue a día de hoy. Por lo que nos comentaron, se planea que dentro de unos cinco años, el agua esté tan limpia que la gente pueda bañarse en ella, aunque no sé cómo lo harán, con los barcos turísticos continuamente pasando. En resumen, si la ciudad de Chicago es lo que es hoy en día, es “gracias” a que fue completamente destruida y se volvió a construir desde cero, algo así como lo que me pasó a mí cuando me dejó mi ex.
- ÉPOCA Y ESTILO (PARA TODOS LOS BOLSILLOS)
Este artículo no es promocional ni se ha cobrado por ello Para nosotros los amantes del interiorismo, la decoración y los objetos de época, la vida puede ser dura, contradictoria y, en especial, cara. Los muebles de época son piezas prácticamente de coleccionista, originales al estilo de la época en la que se creó (y muchas veces a precio de oro) y que, aunque preciosas y que quedarían genial en nuestro salón, se nos va de presupuesto. Una suerte para muchos es que también existen los muebles de estilo. Los muebles de estilo son muebles fabricados con un estilo diferente al de la época al que corresponden. Por ejemplo, típica silla estilo Luis XV que se ha fabricado en la actualidad. Sería un mueble de estilo, pero no de época. En ese sentido, a todos mis freaks del diseño, la vida nos trae un regalo: las reediciones de diseños antiguos de IKEA. Aunque ya llevan un tiempo, la colección NYTILLVERKAD nos trae muebles y objetos llenos de color y formas únicas, inspiradas en diseños del pasado que IKEA creó y fueron de gran éxito, rediseñadas y adaptadas al mundo actual. Os enseño mis favoritos. La mesa auxiliar BAGGBODA. Mi favorito absoluto de esta colección. Una mesa muy midcentury, con los acabados en metal. Está disponible en blanco y en amarillo. El sillón giratorio DYVLINGUE. Un sillón concebido en sus inicios como el sillón antiestrés y que fue todo un éxito, vuelve para hacer imprescindibles los momentos de relax en nuestras casas (y para que nunca se vayan nuestros invitados). Disponible en verde y negro. La alfombra BULLERREMSA, diseñada en 1958, representaba la modernidad y el deseo de los diseñadores más modernos. Sigue teniendo un diseño muy actual, único y poco minimalista (todo lo que buscamos). Los taburetes de IKEA son siempre un clásico y un referente (y a veces copias tan perfectas que acaban en museos, como la que está en el Design Museum de Londres). El taburete DOMSTEN es un esencial con un toque de color, imprescindible y práctico. Los amantes de los 70s, sus colores y estampados tienen su pieza favorita: la funda nórdica KRANSMALVA. Disponible en amarillo y en naranja, sus motivos de principios de los 70s dan ese toque divertido y de color que tanto necesitan nuestros dormitorios.